
Capacidad: 4-10 plazas
San Esteban del Valle, Ávila
El Valle del Tiétar es una comarca natural que se extiende por tres provincias: Toledo, Ávila y Cáceres. Sus hermosos paisajes y su ubicación junto a la Sierra de Gredos, su gran riqueza patrimonial y su oferta cultural la convierten en uno de los destinos preferidos por los turistas rurales.
Se trata de un hermoso valle donde podemos contemplar un paisaje lleno de suaves colinas y llanos despejados. Las montañas que forman parte de la Sierra de Gredos resguardan la zona de los fríos vientos, lo que permite en el lugar una temperatura que hace posible la existencia de grandes extensiones de árboles frutales, así como de una frondosa vegetación que podríamos calificar de típicamente mediterránea.
Es muy recomendable en esta zona la práctica del senderismo, concretamente las rutas que nos permiten atravesar sus bosques, donde encontraremos rincones bellísimos, y nos daremos cuenta de la gran importancia que en ellos adquiere el agua, ya que hallaremos una gran cantidad de manantiales, gargantas de limpias aguas y atractivas piscinas naturales en paisajes bucólicos, perfectamente aptas para el baño.
Otro aliciente del valle, como hemos dicho, es su gastronomía. Se basa en los productos derivados de la agricultura y ganadería propios de la tierra. Uno de sus platos más populares son las patatas revolconas, que se cuecen con pimentón, ajo y laurel hasta casi deshacerse y se sirven acompañadas de tropezones de chorizo frito y tocino. También destaca la tortilla de tarallos, una especie de espárrago silvestre. y la sopa de ajo, que se acompaña con huevo escalfado y torreznos. No podemos olvidarnos tampoco de las migas, ni de las carillas (una especie de judía).
Una recomendación para cualquiera que visite el valle del Tiétar, especialmente si viaja con niños, aunque es muy atractivo para todas las edades, es acercarse hasta la localidad de Candeleda, la cual se encuentra ya en tierras pertenecientes a la provincia de Ávila. Allí encontrará la denominada Casa de las Flores, una gran casa que hace esquina y que, como su nombre nos indica, tiene sus fachadas cubiertas de flores. Se trata de un edificio de mediados del siglo XIX, en cuyo interior se alberga el Museo del Juguete de Hojalata, donde podremos contemplar un sinfín de juguetes fabricados con este material, que nos van a llenar de añoranza.
En lo que respecta a los postres, cabe destacar los cortadillos, las natillas y el arroz con leche, el arrope, los buñuelos y los calostros. Estos últimos son unos buñuelos que deben elaborarse utilizando para ello la primera leche que dan las vacas después de un parto.
Aprovechando nuestra visita a Candeleda, no debemos dejar de acercarnos hasta el Santuario de la Virgen de Chilla, un edificio del siglo XVI situado en un pintoresco paisaje lleno de robles.