
Capacidad: 2-65 plazas
Belsierre, Huesca
Situada en la comunidad aragonesa, al norte de la provincia de Huesca, se encuentra la bellísima comarca del Sobrarbe, ubicada en los atractivos paisajes pirenaicos y limitando con el vecino país francés.
En la comarca, que abarca 19 municipios y cuya extensión es de 2202 metros cuadrados, se encuentran los idílicos valles de los ríos Ara, Cinca y Cinqueta, rodeados por las majestuosas cumbres pirenaicas.
Dentro del Sobrarbe se aloja el Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, un espacio protegido de gran valor no sólo paisajístico sino también ecológico y medioambiental, declarado Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves, además de haber sido declarado también Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Se trata de una zona llena de montañas, siendo su mayor cumbre el Monte Perdido, así como de valles glaciares, destacando entre éstos de manera especial el Valle de Ordesa, un bellísimo territorio que es atravesado por el río Arazas.
El viajero podrá conocer parajes tan impresionantes como el Cañón de Añisclo, con una longitud de más de 10 kilómetros, y que se extiende a los pies del Monte Perdido. O como las Gargantas de Escuaín, que se sitúan junto al Valle del Pineta, uno de los impresionantes valles glaciares que existen en la zona, en el cual, entre sus muchas cimas, destacan las conocidas como “las Tres Marías”, tres picos contiguos e idénticos que alcanzan los 2700 metros de altitud.
Al sur de la comarca se encuentra el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, un paraje lleno de contrastes, donde se pueden observar profundos barrancos junto a cumbres con sus cimas cubiertas de nieve o junto a lagos de aguas cristalinas.
Es un lugar ideal para la práctica del turismo rural, de hecho un paraíso para los aficionados al mismo, a la naturaleza y a los deportes de aventura.
La capital administrativa de la comarca es la localidad de Boltaña, que comparte capitalidad con Ainsa, la cual es la capital económica.
La primera, Boltaña, se sitúa en el Valle del río Ara, y en ella podemos visitar su interesante castillo árabe, situado en la cima del Monte de San Martín. También podemos visitar alguna otra obra del resto de su patrimonio, como su Iglesia románica de San Pedro del siglo XII, su Real Monasterio de San Victorián, su Monasterio del Carmen o su puente sobre el río Ara, también románico.
En cuanto a Ainsa, es una localidad de gran belleza, situada en el punto en el que confluyen los ríos Ara y Cinca, encima de un promontorio. Tiene un castillo del siglo XI, que se halla, sorprendentemente, en una explanada, y podemos visitar también en la localidad su Iglesia de Santa María de estilo románico o su Casa de Bielsa, del siglo XVI, ello sin dejar de ver la Plaza Mayor, abierta al Castillo y muy atractiva.
La gastronomía de la comarca se basa en sus carnes, especialmente la de cordero, con la que se elabora el ternasco asado, y los embutidos derivados del cerdo. También los productos de la huerta, que combinan con las carnes y embutidos dando como resultado platos fuertes y contundentes, propios de las zonas con fríos inviernos. Tienen importancia asimismo otros productos propios de la tierra, como las trufas, las setas y los pescados extraídos de la frías aguas de sus ríos, con los que cocinan platos como el abadejo arriero, muy popular en la zona.