
Capacidad: 6-8 plazas
Horcajo de la Sierra, Madrid
La comarca de la Sierra Norte de Madrid, atravesada entre otros por los ríos Lozoya y Jarama, es uno de los espacios más bellos de la comunidad madrileña.
Sus montañas forman parte de la Sierra de Guadarrama, y destaca por su gran cantidad de embalses, ya que sólo el río Lozoya cuenta con cinco. Sin embargo, las zonas montañosas se compaginan con zonas de campiña, en las que abundan los cultivos de cereales, viñedos y olivos. También existen muchas zonas boscosas, extensiones de robles, pinos, alcornoques, olmos, fresnos y otros.
Uno de sus parajes más impresionantes es el conocido como La Pedriza, situado en el término de la localidad de Manzanares el Real, debido a la acción del tiempo sobre las rocas que se hallan en dicho paraje, un espacio idóneo para los aficionados a la escalada. Se halla en el cordal de Cuerda Larga, cerca del embalse de Santillana y de la Garganta del Manzanares.
En la comarca, muy adecuada para el senderismo y con posibilidad de un gran número de rutas, encontramos varias áreas recreativas, como la de Las Berceas, dentro del pinar de las Dehesas, con merenderos, piscinas y diversos juegos para los más pequeños. O como el Área Recreativa de San Isidro, junto a la conocida Ermita de este santo, y que dispone de mesas y bancos de granito.
Encontramos en la zona asimismo una gran cantidad de miradores, como el Mirador de la Ponzonilla, el de la Calva, el de Fuenfría o el de Luis Rosales, entre varios otros, teniendo todos ellos en común la posibilidad que nos ofrecen de disfrutar desde los mismos de unas impresionantes panorámicas de la comarca.
De los valles que encontramos en la zona, uno de los más bonitos es el Valle de la Fuenfría, caracterizado por la gran cantidad de arroyos que por él discurren, siendo el más importante el Arroyo de la Venta. El territorio en el que se enclava este atractivo valle es frondoso, con una gran cantidad de vegetación, abundando el pino silvestre. En él encontramos además algunas cimas como el Cerro Ventoso, de casi 1950 metros de altitud, y el Siete Picos, con 2138 metros.
En cuanto a la gastronomía de la comarca, es muy variada, destacando en la misma platos como el famoso cocido madrileño, el besugo, el potaje de vigilia, los soldaditos de Pavía, los callos, la sopa de ajo, el chuletón o el cochinillo.