
Capacidad: 4-15 plazas
Ligüerre de Ara, Huesca
Localizado en al noreste de Huesca, en las primeras estribaciones de los pirineos, se encuentra la Sierra de Guara y su pico más alto que es el pico Guara con 2.077 metros. Si seguimos más al Este nos encontraremos con el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, el espacio natural protegido más grande de la comunidad autónoma de Aragón. Comprende unas 48.000 hectáreas más otras 33.000 hectáreas periféricas. Fue declarado Parque Natural en 1990, y también recibe las menciones de Lugar de Interés Comunitario y ZEPA (zona de especial protección para las aves).
Esta zona destaca fundamentalmente, y gracias a su geología, por sus espectaculares barrancos, desniveles y simas, hecho que han aprovechado para fomentar deportes de ocio y aventura como el descenso de barrancos o la escalada.
El parque asombra y llama la atención por sus impresionantes barrancos y cañones provocados por la erosión del agua y el paso del tiempo. Por el parque transcurren los ríos Guatizalema y Alcanadre, lo que hace que las cotas de altitud oscilen mucho y existan fuertes contrastes de clima y vegetación. Esto ha hecho incluso que aparezcan especies muy especializadas que solo se ven en esta zona como la oreja de osos y la corona de rey. Es un espacio especialmente propicio, por sus increíbles paredes escarpadas, para que se establezcan especies como el águila real, el buitre leonado o el quebrantahuesos, y entre los mamíferos más frecuentes del parque están el gato montés, el jabalí, y el zorro.
Dentro del parque nos encontramos con hasta 14 municipios de 4 comarcas diferentes. Pueblos en su mayoría pequeñitos, que han podido sobrevivir al despoblamiento que venía acosándoles, gracias en gran parte, al turismo que viene atraído por el parque. Pues junto con la espectacularidad de sus grandiosas paredes excavadas en las rocas, sus cascadas, sus fuentes, cuevas, manantiales, piscinas naturales, pozas, gargantas y agudas crestas, el entorno también nos ofrece una gran variedad de manifestaciones artísticas que van desde pinturas rupestres, dólmenes, castillos, iglesias, ermitas, puentes y caminos milenarios que nos dan muestra de la presencia del hombre en estas tierras desde tiempos inmemoriales.
Sea lo sea lo que vengan buscando, seguro que lo encuentran en este paraje que lleva siglos siendo explotado pero no por eso degradado por el hombre. La presencia humana en la zona ha mantenido el valor natural del parque añadiendo además su cultura y sus tradiciones.