
Capacidad: 10-12 plazas
Villanueva de Aezkoa, Navarra
La conocida como Selva de Irati es un espacio natural protegido, que se ubica en la comunidad navarra. Se trata de un inmenso bosque de hayas y de abetos cuya extensión es de unas 17.000 Hectáreas. Una parte del mismo se extiende por territorio francés.
En lo que se refiere a bosques de dichas especies de árboles, se trata del segundo mejor conservado de todo el continente europeo, encontrándose por delante solamente la Selva Negra, en Alemania.
Se halla en pleno Pirineo navarro, en la zona de los valles de Aezkoa y Salazar, siendo sumamente recomendable una visita a estos parajes, un territorio que podríamos casi calificar de virgen, y en el cual se respira una atmósfera de soledad y grandeza, solo rota por el rumor de sus abundantes aguas, que acompañan al visitante en el recorrido.
Toda la Selva de Iratí está declarada Zona de Especial Protección para las Aves, existiendo dentro de ella otras zonas protegidas a su vez.
Una de ellas es la Reserva Integral de Lizardoia, que abarca el territorio en el que se encuentra el monte La Cuestión, junto al Embalse de Irabia. En esta reserva encontraremos ejemplares de árboles de hasta 40 metros de altitud.
Podremos recorrer también la Reserva Natural de Mendilatz, así como la Reserva Natural de Tristuibartea. Esta última se halla en el término municipal de Villanueva de Aezkoa, en el lugar que ocupa el monte Petxuberro, y se caracteriza por su gran cantidad también de bosques de robles. Todas estas zonas son ideales para el senderismo, ya que disponen de un gran número de vías, las cuales nos dirigirán a distintos lugares todos ellos muy interesantes.
El monte Petxuberro es un mirador natural desde el cual se pueden disfrutar de las mejores panorámicas de este espacio. Es un lugar de leyenda, en el que se dicen que vivían antaño un gran número de brujas.
Un buen lugar también para las excursiones y paseos es el Valle de Aézcoa, regado por el río Irati y salpicado de pequeñas localidades con atractivas casas de paredes encaladas.
No podemos dejar de mencionar la gran riqueza de esta región en cuanto a fauna se refiere, encontrándose en ella no sólo animales en peligro de extinción, como el pájaro carpintero o el pito negro, sino también especies endémicas como el tritón pirenaico.
La gastronomía de la zona está muy basada en la carne, tanto la procedente de sus ganaderías como la procedente de la caza, así como las truchas de sus ríos. Combinados con las excelentes verduras y hortalizas de sus huertas, elaboran excelentes guisos, como las truchas a la navarra o las codornices al chocolate.