
Capacidad: 2-6 plazas
Fernán Pérez, Almería
Situado al sur de la Península, en la costa mediterránea y formando parte del término municipal de Níjar, en la provincia de Almería, encontramos uno de los parajes de más belleza de nuestro país: el Cabo de Gata. Se trata de una zona protegida, dentro del llamado Parque Natural del Cabo de Gata.
El Parque ocupa una de las zonas costeras más impactantes, paisajísticamente hablando, del litoral mediterráneo, abarcando un territorio de 38.000 Hectáreas, más una milla de franja marina. Su riqueza ecológica es de incalculable valor, quedando englobada dentro de ella también la fauna y flora de sus fondos marinos.
Uno de los grandes atractivos de este espacio lo constituyen, sin lugar a dudas, sus numerosas playas y calitas, de aguas tranquilas y fina arena, que se alternan con abruptos acantilados, y que atraen cada año a miles de turistas. Entre ellas encontraremos la Playa de la Almadraba, la Playa de San Miguel, la Playa de la Media Luna, la Cala Higuera o la Cala Grande, entre otras muchas.
Impresionante es la zona en la que se encuentra el Faro, que fue construido a mediados del siglo XIX. En aquella época se edificó dentro del Castillo de San Francisco de Paula, del que ahora sólo quedan vestigios. Desde él se dispone de una panorámica de una belleza impactante, y podemos contemplar el Arrecife de las Sirenas, que es en realidad lo que queda de una antigua chimenea volcánica. Antiguamente abundaban en esta zona las focas monje, hoy en día en peligro de extinción.
Dentro del Parque se halla la llamada Sierra del Cabo de Gata, un territorio de origen volcánico que ha sido catalogado como Geoparque Europeo. Recientemente, se ha abierto al público en este lugar la Casa de los Volcanes, cuya finalidad es que aquéllos que lo visitan puedan conocer el patrimonio geológico del lugar.
Destaca la gran riqueza de su fauna, especialmente en lo que se refiere a las aves, ya que en sus marismas habitan una gran cantidad de flamencos, garzas, cigüeñuelas y otras especies.
En cuanto a la flora, abundan los matagallos, los palmitos, la aulaga morisca, y algunas especies autóctonas como el “dragoncillo de Cabo de Gata” o la “clavelina del Cabo”. Para quienes estén interesados en este tema, pueden visitar, dentro del Parque, el Jarín Botánico del Albardinal.
También en los fondos marinos del Cabo encontramos una gran riqueza ecológica, de manera especial por las grandes extensiones cubiertas de la planta llamada “posidonia oceánica”, muy importante porque supone el cobijo y alimento de muchas especies de peces y crustáceos. Abundan en sus fondos los sargos, las mojarras, el cabracho, el reyezuelo y otras variedades propias de las aguas mediterráneas.
Otro de los espacios de gran belleza así como de gran valor medioambiental que se hallan situados dentro del Parque son sus salinas marítimas, un humedal de una importancia incalculable desde el punto de vista ecológico.