
Capacidad: 2-65 plazas
Belsierre, Huesca
Las tierras de Aragón nos demuestran a cada paso su gran riqueza, tanto en lo referente a la vida rural como la urbana. Su capital, Zaragoza, es una ciudad de gran historia, que nos ofrece restos monumentales de la mayoría de civilizaciones que han pasado por la Península Ibérica. Cuenta con numerosos lugares de interés turístico, pero las visitas inevitables se centran en la Catedral-Basílica de Nuestra Señora de El Pilar (que es el templo barroco más grande de España), la Catedral del Salvador (con una impresionante mezcla de estilos románico, gótico, mudéjar y barroco), y el Palacio de la Aljafería, del siglo XI, una construcción árabe que es la actual sede de las Cortes de Aragón.
De igual modo, los numerosos monumentos dispersos en las tierras de Aragón nos permiten hacer diversas rutas culturales y artísticas, como la de la paleontología (en Teruel hay un parque dedicado a las huellas de los dinosaurios que se han encontrado), la romana o la de Goya, que sigue el rastro de este gran pintor por tierras aragonesas.
Así por ejemplo, recorrer el Parque Cultural del Maestrazgo nos va a permitir conocer de cerca su geología, sus yacimientos arqueológicos y, sobretodo, su gran patrimonio natural, que incluye el nacimiento del Río Pitarque, las Grutas de Cristal de Molinos y el puente natural de la Fonseca, en Castellote.
De igual modo, resulta muy interesante visitar el Parque Cultural de Albarracín, que nos ofrece un rico entorno natural y cultural, en el que se encuentran pinturas artísticas rupestres de gran valor, yacimientos arqueológicos, restos de la guerra civil o construcciones de uso tradicional como hornos y lavaderos. En cuanto a su patrimonio natural, destacan los Pinares del Rodeno, la laguna de Bezas, las dolinas de Rodenas o el barranco de Cardoso en Pozondón.
En esta misma zona de las tierras de Aragón se encuentra la ciudad de Albarracín, una impresionante muestra de arquitectura tradicional, que nos permite disfrutar de edificios emblemáticos como la iglesia de Santa María, la catedral y mansiones señoriales.
Podemos acabar de conocer la zona siguiendo la ruta de los resineros entre los pinares y en su arquitectura tradicional singular. Asimismo, nos sumergiremos en sus tradiciones participando en la celebración de algunas de sus fiestas tradicionales, como los "Mayos de Albarracín".
Un último consejo para acabar de conocer las tierras aragonesas es aprovechar nuestra visita para conocer la excelente gastronomía de la zona, que incluye sabrosos quesos (Tronchón, El Burgo, o Los Tambores), platos típicos como las migas (con ajo, cebolla, tocino, chorizo o morcilla) y deliciosos postres y dulces, como las frutas de Aragón , el pastel ruso, las castañas de Huesca (castañas de mazapán cubiertas de chocolate negro), los lazos de Jaca, el guirlache, o los adoquines del Pilar. Sin duda, son verdaderas delicias para el paladar que, una vez las probemos, no podremos dejar de tomar.